TOSTADO
Para respetar la calidad del grano tostamos a un punto óptimo donde logramos desarrollar la suficiente dulzura y complejidad del grano sin que se pierdan las notas originales del grano.
Después de tostar dejamos al grano descansar por 2 días para luego ser trasladado a nuestro punto de venta donde permanecerá hasta un máximo de 15 días. Este periodo es importante ya que después de 15 días el café comienza a perder dióxido de carbono a un ritmo acelerado. Este gas es un factor muy importante para crear una buena taza de café. Además con el tiempo se acelera la oxidación de los compuestos volátiles responsables del aroma y se evaporan otros compuestos volátiles relacionados con la frescura.